"El poder no solo se ejerce desde arriba, sino que se infiltra en cada rincón de la vida cotidiana a través de sistemas de vigilancia invisibles"
Análisis del pensamiento de Michel Foucault sobre cómo el poder y la vigilancia moldean la sociedad moderna a través de estructuras de control sutiles.
Por: José Daniel Figuera
El filósofo señala que las herramientas digitales, desde las redes sociales hasta las aplicaciones de productividad, perpetúan este modelo. Vivimos monitoreándonos a nosotros mismos, midiendo cada paso, cada logro y cada interacción. Esta obsesión por el rendimiento nos lleva al agotamiento emocional, el estrés y la desconexión con nuestra humanidad.
Foucault argumenta que este modelo de vigilancia no se limita a las cárceles. Se extiende a instituciones como las escuelas, hospitales y fábricas, donde el control se ejerce de manera sutil pero constante. En el siglo XXI, esta dinámica se traduce en formas más sofisticadas de vigilancia, como el análisis de datos y los sistemas de reconocimiento facial.
La vigilancia digital: una actualización del panóptico
Con el auge de las tecnologías digitales, la vigilancia ha alcanzado un nivel de sofisticación inimaginable en tiempos de Foucault. Empresas tecnológicas, plataformas de redes sociales y gobiernos recopilan datos constantemente, creando un sistema de observación omnipresente. Este "panóptico digital" no solo monitoriza, sino que también influye en las decisiones de los individuos, desde el consumo hasta las preferencias políticas.
El análisis foucaultiano resulta crucial para comprender cómo el poder se ha descentralizado y distribuido en redes tecnológicas. La vigilancia ya no requiere una torre física; ahora opera a través de algoritmos y bases de datos que moldean la vida cotidiana.