Zygmunt Bauman y la paradoja del consumismo: ¿Por qué nunca estamos satisfechos?

Zygmunt Bauman: La sociedad de consumo y sus dilemas


"El consumismo es una economía de engaño, exceso y desperdicio. Pero el engaño, el exceso y el desperdicio no son síntomas de su mal funcionamiento, sino garantía de su salud y el único régimen bajo el que se puede asegurar la supervivencia de una sociedad de consumidores."


Por: José Daniel Figuera

La sociedad de consumo, según el sociólogo Zygmunt Bauman, se sostiene en una paradoja: promete satisfacer los deseos humanos como ninguna otra sociedad lo ha hecho, pero su existencia depende de que esos deseos nunca se cumplan plenamente. "La no satisfacción de los deseos y la firme creencia en que cada acto destinado a satisfacerlos deja mucho que desear son el eje del motor de la economía orientada al consumidor", explica Bauman. Este sistema, lejos de ser un error, es la base de su funcionamiento.

La insatisfacción como motor económico

Bauman señala que la sociedad de consumo logra mantener viva la insatisfacción de dos maneras principales. La primera es la devaluación constante de los productos. "Una de las formas que tiene de lograr tal efecto es denigrando y devaluando los productos de consumo poco después de que hayan sido promocionados a bombo y platillo", afirma. La segunda, y más eficaz, es la creación de nuevas necesidades a partir de las supuestas soluciones. "Lo que empieza como una necesidad debe convertirse en una compulsión o en una adicción", explica el sociólogo.

El círculo vicioso del consumismo

El consumismo, según Bauman, es un sistema que se alimenta de sí mismo. "Para que la búsqueda de realización personal no se detenga y para que las nuevas promesas sigan resultando seductoras, hay que romper las que se hayan hecho anteriormente y hay que frustrar las esperanzas de realización", sostiene. Este ciclo perpetuo de expectativas truncadas y nuevas promesas es lo que mantiene viva la economía de consumo. "El consumismo es una economía de engaño, exceso y desperdicio", concluye Bauman.

El papel de la industria en la creación de necesidades

Bauman utiliza el ejemplo de la industria de cuidado de la piel para ilustrar cómo se generan nuevas necesidades. "La mayoría de los casos de piel irritable son causados por un severo régimen de cuidado de la piel", explica, citando a Hazel Curry. Este fenómeno, conocido como "enfermedades iatrogénicas", no se limita a la medicina, sino que se extiende a todos los ámbitos del consumo. "Las marcas de productos dirigidos a calmar la piel han gozado de un enorme éxito, pero también han creado nuevas necesidades", añade.

El sociólogo también critica el papel de la publicidad y las grandes marcas en este proceso. "Para un adecuado funcionamiento de la sociedad de consumidores es condición sine qua non que entre las creencias populares y las realidades de los consumidores se extienda un ámbito de hipocresía", afirma. Esta hipocresía, según Bauman, es necesaria para mantener viva la ilusión de que el próximo producto será la solución definitiva.

Finalmente, Bauman reflexiona sobre el impacto ambiental y social de este sistema. "El amontonamiento de expectativas truncadas viene acompañado paralelamente de montañas cada vez más altas de artículos arrojados a la basura", señala. Para el sociólogo, el consumismo no solo es insostenible, sino que también es una forma de violencia contra el individuo y el planeta. "El índice de mortalidad de las expectativas es elevado, y en una sociedad de consumo que funcione adecuadamente, debe mantener una progresión ascendente constante", concluye.

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Pueden leer el Artículo original de Zygmunt Bauman aquí

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