
"En la era de la reproductibilidad técnica, lo que se atrofia en el arte es su aura." —Walter Benjamin
Por: José Daniel Figuera
En su influyente ensayo "La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica", el filósofo alemán Walter Benjamin analiza cómo la tecnología transforma la naturaleza del arte. Publicado en 1936, el texto sigue vigente al abordar la tensión entre la autenticidad artística y la reproducción masiva. Benjamin sostiene que el arte pierde su “aura” —esa singularidad irrepetible— cuando se convierte en un objeto reproducible.El aura y la autenticidad del arte
El concepto de “aura” es central en el análisis de Benjamin. Para él, esta aura se basa en la unicidad de la obra de arte y su contexto histórico. "Lo que se atrofia en la era de la reproductibilidad técnica es el aura de la obra de arte", señala Benjamin. La capacidad de reproducir una obra infinitamente, ya sea mediante la fotografía o el cine, transforma la experiencia estética y modifica la relación del público con la obra original.
En el caso del cine, Benjamin destaca que la obra ya no se dirige a un espectador individual, sino a las masas. "El cine puede reunir a un público disperso en un solo momento de contemplación", escribe. Sin embargo, este acceso masivo implica una pérdida de la experiencia íntima y única que se tiene frente a una obra original en un museo o una galería.
La fotografía también desempeña un papel importante en este cambio. Según Benjamin, la capacidad de capturar y reproducir imágenes contribuye a la democratización del arte. "Cualquiera puede poseer una imagen de la Mona Lisa sin visitar el Louvre", argumenta. No obstante, esta democratización viene acompañada de una banalización del arte.
El impacto de la reproducción en la percepción del arte
Benjamin ve en la reproducción técnica no solo una amenaza sino también una oportunidad. Para él, la pérdida del aura puede abrir nuevas posibilidades críticas. "La reproducción técnica emancipa la obra de arte de su existencia parasitaria en un ritual", afirma. Esto permite que el arte adquiera un nuevo valor político y social, adaptándose a las dinámicas de la modernidad.
En este sentido, Benjamin observa cómo la reproductibilidad transforma la función social del arte. "El arte ya no sirve al culto, sino a la política", destaca. Esto se refleja en el uso propagandístico de las imágenes durante el auge del fascismo en Europa, un fenómeno que Benjamin observa con preocupación.
La capacidad de las masas para acceder al arte mediante la reproducción técnica también permite una participación activa. "El espectador se convierte en crítico", escribe Benjamin, subrayando cómo las nuevas tecnologías permiten que el público tome un rol más activo en la interpretación del arte.
Reproducción técnica y política
El ensayo de Benjamin no solo es un análisis estético, sino también un texto profundamente político. Para él, la reproductibilidad técnica del arte puede ser utilizada tanto para la emancipación social como para la manipulación política. "El fascismo estetiza la política, mientras que el comunismo responde politizando el arte", concluye Benjamin. Esta frase resume su preocupación por el uso de la estética en la propaganda totalitaria.
Benjamin advierte sobre los peligros de la estetización de la política, especialmente en el contexto de las dictaduras. "La guerra permite dar a los movimientos masivos una meta artística", menciona, en referencia a la glorificación de la guerra y la violencia en el cine y la fotografía de la época nazi.
Finalmente, Benjamin ve una esperanza en el potencial crítico del cine y la fotografía. "El arte reproducido puede convertirse en un arma de lucha de clases", escribe. Su visión es que, al politizar el arte, se puede contrarrestar la manipulación ideológica promovida por el fascismo.
Obras relacionadas de Walter Benjamin
Además de "La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica", Benjamin escribió otros textos influyentes como "Tesis sobre la filosofía de la historia" y "La calle de dirección única". Sus obras abarcan temas como la crítica cultural, la modernidad y la historia, consolidándolo como un referente del pensamiento crítico del siglo XX.
El legado de Benjamin continúa influyendo en disciplinas tan diversas como la filosofía, la teoría crítica y los estudios culturales. Su análisis de la reproductibilidad técnica del arte es una referencia indispensable para comprender las complejas relaciones entre tecnología, política y cultura.