Slavoj Žižek y el futuro de la filosofía: ¿Qué significa ser humano en la era digital?





"La tecnología puede eliminar lo que constituye un ser humano, planteando una tragedia existencial."

 


Žižek reflexiona sobre los desafíos de la filosofía en un mundo digital y plantea la necesidad de un pensamiento crítico en la era tecnológica.

Por: José Daniel Figuera

En una reciente entrevista con el filósofo esloveno Slavoj Žižek, publicada en Sette, el suplemento del Corriere della Sera, Žižek reflexiona sobre el estado actual de la filosofía, los desafíos contemporáneos y las transformaciones que enfrenta la humanidad en la era de la digitalización. Con su característica lucidez y provocación, Žižek plantea cuestiones fundamentales sobre el papel de la filosofía en un mundo dominado por la tecnología y las crisis globales.

Para Žižek, la filosofía contemporánea se encuentra atrapada entre el cientificismo extremo y el historicismo. Según afirma: “Las ciencias cognitivas y la mecánica cuántica se utilizan para resolver cuestiones del espíritu, mientras que el historicismo seculariza todos los conceptos filosóficos importantes”. Este panorama, combinado con divisiones académicas como la entre filosofía continental y analítica, limita su capacidad para abordar las transformaciones globales, desde epidemias hasta terremotos políticos. Sin embargo, Žižek subraya que este es un momento crucial: “Nunca antes los nudos filosóficos han estado tan entrelazados con los problemas del presente”.


 

¿Qué significa un futuro posthumano?

En su reciente libro, Žižek explora escenarios de interconexión cerebral a través de implantes tecnológicos. Aunque reconoce que muchas de estas predicciones podrían no cumplirse, se centra en las implicaciones: “¿Qué quedará del sexo tal como lo conocemos si podemos compartir placer directamente desde nuestra mente?”. Para Žižek, este no es un debate técnico, sino filosófico: “Si la tecnología elimina lo que constituye un ser humano, entonces estamos ante una tragedia existencial”. Estas reflexiones plantean un dilema esencial sobre la subjetividad humana en un mundo cada vez más digitalizado.

La biopolítica y el error de Agamben

Žižek también critica a filósofos contemporáneos como Giorgio Agamben, conocido por sus reflexiones sobre la biopolítica y la pandemia. Aunque valora su influencia, Žižek señala que: “La biopolítica de Foucault no puede resolver los dilemas actuales”. Según Žižek, el error de Agamben radica en enfocarse únicamente en las consecuencias de la pandemia, ignorando las raíces filosóficas más profundas: “No podemos debatir sobre regulaciones sanitarias sin entender las atrocidades que las produjeron”.

El superantropocentrismo como solución ecológica

En cuanto a la crisis climática, Žižek rechaza el discurso ecologista que demoniza el antropocentrismo. Propone, en cambio, un enfoque que denomina superantropocentrismo: “Deberíamos controlar la naturaleza y utilizar la tecnología para detener la desertificación y la contaminación”. Para Žižek, asumir esta responsabilidad no es una contradicción, sino un imperativo si la humanidad quiere sobrevivir.

La corrección política: un obstáculo filosófico

Žižek aborda también cuestiones como el racismo, el feminismo y la corrección política, denunciando soluciones simplistas. “Pensar que podemos resolver el racismo o el sexismo con eslóganes o un lenguaje neutro es absurdo”, afirma. En lugar de evitar las contradicciones, Žižek propone enfrentarlas: “El pensamiento crítico debe pasar por lo políticamente incorrecto para no empobrecerse”.

Reforma filosófica y el futuro académico

Žižek lamenta la falta de compromiso en las universidades del sur de Europa, donde la filosofía se reduce a un reparto de poder interno. Para él, la solución pasa por una reforma profunda: “Debemos restaurar horizontes hermenéuticos robustos que nos permitan interpretar los efectos de los descubrimientos científicos”. Sin este enfoque, advierte, la filosofía corre el riesgo de desaparecer.

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