"En un mundo sin narrativas, las comunidades se fragmentan y las democracias se desmoronan"
Byung-Chul Han: La crisis de la comunidad en la era digital.
Por: José Daniel Figuera
Byung-Chul Han explica que vivimos en una crisis de comunidad impulsada por el auge de la digitalización y la atomización de la información. Según el filósofo, lo que antes conectaba a las personas, como los valores compartidos y las narrativas comunes, ha desaparecido. La verdad, que proporciona cohesión social, ha sido sustituida por una sobrecarga informativa que fragmenta la sociedad.
La información, afirma Han, carece de fuerza unificadora.
A diferencia de la verdad, que estructura una narración coherente, los fragmentos informativos son aditivos y fugaces. "Los fragmentos de información no se fusionan en conocimiento ni en verdad", destaca. Este vacío narrativo fomenta la aparición de teorías de conspiración y tribalismo en la red, especialmente en contextos de crisis.
La digitalización y la "infocracia"
La comunicación digital, argumenta Han, ha redireccionado los flujos comunicativos hacia espacios privados, lo que impide la creación de una esfera pública auténtica. Las redes sociales, lejos de unirnos, intensifican el aislamiento al ofrecer comunidades digitales con un carácter mercantilizado. "No se puede forjar una esfera pública a partir de personas influyentes y seguidores", sentencia.
El filósofo también reflexiona sobre la transformación de la democracia en una infocracia, donde la falta de valores compartidos y la contingencia informativa debilitan los pilares democráticos. Según Han, "la democracia requiere convicciones compartidas", algo que la era digital no fomenta.
Para profundizar...
Recuperar la estabilidad: el papel de los rituales y el arte
Han insiste en la importancia de los rituales para estabilizar la vida. Estos, que antaño estructuraban el tiempo y daban sentido, han sido reemplazados por el consumo inmediato y la satisfacción de necesidades. Para revitalizar la comunidad, propone desarrollar nuevas narrativas y rituales que no dependan de jerarquías tradicionales.
El arte, según Han, juega un papel central en esta reconstrucción. Frente a una filosofía que ha perdido su capacidad transformadora, el arte aún puede evocar nuevas realidades y formas de vida. "El arte está más cerca del corazón de la creación que la filosofía", afirma, sugiriendo que incluso un color o un sonido inaudito pueden dar inicio a una revolución cultural.
Entre sus obras más influyentes se encuentran "La sociedad del cansancio" y "La desaparición de los rituales", donde profundiza en la deshumanización contemporánea y la fragmentación de la sociedad. Han cuestiona cómo el capitalismo y la digitalización han erosionado la experiencia compartida y plantea alternativas desde la filosofía y la cultura.
En "No-cosas", Han reflexiona sobre cómo las cosas tangibles han sido sustituidas por datos y cómo esto impacta en nuestra percepción del mundo. Estas obras son fundamentales para entender los desafíos actuales y posibles soluciones desde una perspectiva filosófica.