"En el arte, siempre apuntamos a ese reino elevado que en muchas ocasiones puede convertirte en un ogro"
Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala, en su documental 'If This Ever Gets Weird', revelan las luchas, pérdidas y el poder de la identidad cultural que marcaron su vida y carrera
Por: José Daniel Figuera
Ambos compartieron la sensación de ser marginados, y esa experiencia los unió desde temprana edad. En un contexto de inseguridad cultural y racial, la música y su amistad se convirtieron en un refugio. "Durante años vivimos juntos. Tocamos dos bandas. Compartíamos camisas y pantalones. Incluso íbamos juntos al baño", comenta Rodríguez-López sobre la cercanía con Bixler-Zavala, un vínculo que superó todas las dificultades, no solo de la industria musical, sino también de la vida misma.
"Omar and Cedric: If This Ever Gets Weird" es un documental que presenta una visión cruda y vulnerable de sus vidas. En lugar de centrarse solo en el éxito de The Mars Volta y su impacto en la música, la película ahonda en las tragedias personales de los dos amigos, incluyendo las muertes de al menos 16 personas cercanas, muchas de ellas a una edad temprana. Este enfoque inesperado busca reflejar no solo la dureza de la vida en la industria del rock, sino también la importancia de recordar a los seres queridos y honrar su memoria. La película destaca cómo los traumas, desde el abuso hasta la muerte de amigos, moldearon la relación de los dos músicos y les permitieron explorar la humanidad detrás de la fama y el éxito.
El documental también aborda temas delicados como la homofobia y la lucha de Rodríguez-López con su identidad sexual. En un mundo musical dominado por la masculinidad tóxica y la homofobia, el guitarrista y compositor enfrentó la discriminación no solo por su música, sino también por su identidad de género fluida. La película, sin embargo, no se limita a mostrar estas luchas; se convierte en un testimonio del poder de la identidad cultural. Para ambos, la creación de The Mars Volta fue un acto de reivindicación de sus raíces latinas. "Cuando mi madre estaba viva, no se nos permitía hablar inglés en casa. Eso era para que recordáramos de dónde venimos", explica Rodríguez-López, dejando en claro que la música fue, en parte, una manera de reconectar con su cultura y resistir la homogeneización de la sociedad estadounidense.
Uno de los elementos más impactantes del documental es la presentación de la vida personal de los músicos a través del lente de la memoria. Rodríguez-López ha estado grabando su vida desde que tenía siete años, capturando momentos íntimos de su existencia, lo que da al documental una calidad surrealista y auténtica. Con material filmado en su mayoría con cámaras VHS de los años 80 y 90, el estilo visual del documental refleja la crudeza de la vida que se presenta, sin adornos ni filtros. Para Bixler-Zavala, este aspecto áspero del filme transmite una sensación de realismo crudo: "No hay filtro, esto es lo auténtico".
La trayectoria musical de Rodríguez-López y Bixler-Zavala comenzó en la escena underground de El Paso, donde ambos compartieron su amor por el punk y las influencias de bandas como Bad Brains y Dead Kennedys. Al mismo tiempo, la escena punk de los años 80 era peligrosa para aquellos que, como ellos, no cumplían con los estándares de la cultura dominante. "Ser fanático del punk rock era peligroso en los años 80", recuerda Bixler-Zavala. La frustración por las limitaciones del punk tradicional llevó a ambos a formar la banda At the Drive In, pero las diferencias filosóficas y musicales con otros miembros, como Jim Ward, llevaron a la disolución del grupo y la creación de The Mars Volta.
The Mars Volta revolucionó la música, combinando el caos del punk con la experimentación del rock progresivo y la sensualidad de la música latina. El sonido característico de la banda, crudo y experimental, reflejó tanto la vibrante energía de sus raíces latinas como la furia interna que ambos sentían por las injusticias y limitaciones impuestas por la sociedad. Sin embargo, la fama trajo consigo su propio conjunto de problemas. Las expectativas de la industria, las presiones del público y los conflictos internos llevaron a los miembros de la banda a lidiar con las consecuencias emocionales de su éxito, un tema recurrente en el documental.
Hoy, después de todos los altibajos de su carrera y la constante transformación de Mars Volta, Rodríguez-López y Bixler-Zavala siguen siendo una de las relaciones más icónicas y duraderas de la música moderna. La película no solo destaca su música, sino también la importancia de aceptar la vulnerabilidad humana, especialmente en el mundo del arte, donde la presión por ser "perfecto" a menudo borra la humanidad detrás de la creación. “En el arte, siempre apuntamos a ese reino elevado que en muchas ocasiones puede convertirte en un ogro”, reflexiona Bixler-Zavala. "Mi mayor esperanza es que la película recuerde a la gente que somos humanos y frágiles como tú. Es importante no olvidarlo nunca".