"Este exoplaneta podría ser un mundo de fuego y hielo, desafiando nuestras ideas sobre la habitabilidad en el cosmos"
Un exoplaneta cercano, HD 20794 d, podría ser un mundo de fuego y hielo, desafiando nuestras ideas sobre la habitabilidad en el cosmos.
Por: José Daniel Figuera
Un exoplaneta recientemente confirmado, ubicado a solo 20 años luz de la Tierra, ha captado la atención de los astrónomos por su potencial para albergar vida. Denominado HD 20794 d, este mundo orbita una estrella similar al Sol y se encuentra en una órbita excéntrica que lo lleva desde zonas gélidas hasta regiones extremadamente cálidas, lo que lo convierte en un candidato intrigante para futuras investigaciones.
El planeta, con una masa estimada de al menos 6.5 veces la de la Tierra, podría ser un súper-Tierra rocoso con una atmósfera delgada o un mini-Neptuno cubierto por gruesas capas de gas o un océano global. Su órbita de 647 días atraviesa la zona habitable de su estrella, donde el agua líquida podría existir, aunque las condiciones extremas podrían alternar entre hervir y congelar cualquier posible océano.
Ubicado en la constelación de Eridanus, HD 20794 d es uno de los pocos exoplanetas conocidos que orbitan una estrella lo suficientemente brillante como para ser visible a simple vista desde la Tierra. Este brillo ha facilitado su estudio, aunque confirmar su existencia no ha sido tarea fácil. Los astrónomos han utilizado datos recopilados durante más de 20 años por instrumentos como HARPS y ESPRESSO, ubicados en los telescopios del Observatorio Europeo Austral en Chile.
El estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, destaca el uso de un nuevo algoritmo de análisis de datos llamado YARARA, desarrollado por el investigador Michaël Cretignier de la Universidad de Oxford. Este avance permitió confirmar no solo la existencia de HD 20794 d, sino también validar la presencia de sus dos planetas hermanos, HD 20794 b y HD 20794 c, descartando un cuarto planeta que se había sugerido en 2011.
A pesar de los avances, muchos aspectos de este mundo siguen siendo un misterio. Xavier Dumusque, astrónomo de la Universidad de Ginebra y coautor del estudio, explica que la masa exacta del planeta aún no se conoce. “Si su masa real es de aproximadamente 6.5 veces la de la Tierra, podría ser un planeta rocoso”, señala. Sin embargo, también podría tratarse de un mundo cubierto por océanos profundos o capas de hidrógeno.
Jessie Christiansen, científica del Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA, coincide en que la naturaleza de HD 20794 d es incierta. “La mayoría de los planetas de esta masa no son rocosos, pero algunos sí lo son”, afirma. Esta incertidumbre lo convierte en un objetivo prioritario para futuras misiones, como el Observatorio de Mundos Habitables (HWO) de la NASA y el Interferómetro para Exoplanetas (LIFE) de la ESA, que podrían estudiar su atmósfera y superficie en busca de indicios de vida.
La búsqueda de un “Tierra 2.0” no solo amplía nuestro conocimiento sobre otros mundos, sino que también nos ayuda a comprender mejor nuestro propio planeta. Como señala Lauren Weiss, astrofísica de la Universidad de Notre Dame, “descubrir otros exoplanetas y medir sus propiedades nos da una poderosa lente para examinar nuestros orígenes y apreciar las circunstancias únicas que llevaron al surgimiento de la vida en la Tierra”.
HD 20794 d representa una oportunidad única para explorar un mundo cercano que podría desafiar nuestras expectativas sobre la habitabilidad planetaria. Con futuras observaciones, los astrónomos esperan desentrañar los secretos de este intrigante exoplaneta y, quizás, responder a una de las preguntas más profundas de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?