"...¿no es una de las lecciones de la teoría de la relatividad y la física cuántica que la ciencia moderna socava nuestras actitudes naturales más elementales y nos obliga a creer (aceptar) las cosas más "absurdas"?Slavoj Zizek.
Artículo del filósofo esloveno, Slavoj Zizek, publicado por primera vez bajo el título "Materialism, or the Inexistence of the Big Other"
Por: Slavoj Zizek
Dios ya no es aquí la excepción milagrosa que garantiza la normalidad del universo, el inexplicable X que nos permite explicar todo lo demás; por el contrario, él mismo está abrumado por el milagro desbordante de su Creación.
Si lo miramos más de cerca, no hay nada normal en nuestro universo; todo, cada pequeña cosa que existe, es una excepción milagrosa; visto desde una perspectiva adecuada, cada cosa normal es una monstruosidad. Digamos que no deberíamos tomar a los caballos como normales y al unicornio como una excepción milagrosa; incluso un caballo, la cosa más común del mundo, es un milagro estremecedor. Este Dios blasfemo es el Dios de la ciencia moderna, ya que la ciencia moderna se sostiene precisamente por esa actitud de asombro ante lo más obvio. En resumen, la ciencia moderna está del lado de "creer en cualquier cosa": ¿no es una de las lecciones de la teoría de la relatividad y la física cuántica que la ciencia moderna socava nuestras actitudes naturales más elementales y nos obliga a creer (aceptar) las cosas más "absurdas"? Para aclarar este enigma, la lógica del no-Todo de Lacan puede ser de alguna ayuda. Chesterton obviamente se apoya en el lado "masculino" de la universalidad y su excepción constitutiva: todo obedece a la causalidad natural, con excepción de Dios, el Misterio central.
La lógica de la ciencia moderna es, por el contrario, "femenina": en primer lugar, es materialista, aceptando el axioma de que nada escapa a la causalidad natural que pueda explicarse por medio de una explicación racional; sin embargo, el otro lado de este axioma materialista es que "no todo es racional, obedece a leyes naturales", no en el sentido de que "hay algo irracional, algo que escapa a la causalidad racional", sino en el sentido de que es la "totalidad" del orden causal racional en sí mismo lo que es inconsistente, "irracional", no-todo. Sólo este no-Todo garantiza la apertura adecuada del discurso científico a las sorpresas, a las emergencias de lo "impensable": ¿quién, en el siglo XIX, podría haber imaginado cosas como la teoría de la relatividad o la física cuántica?.