Esta piedra, ciertamente, como solo es consciente de su esfuerzo, se creerá libre y solo perseverará en su movimiento por la única razón que quiera. Tal es esta libertad humana que todos los hombres se jactan de tener y que consiste únicamente en que los hombres son conscientes de sus deseos e ignoran las causas que los determinan.
Un análisis que parece paradójico, cuando hago una elección, tengo la impresión de ser libre. Pero esta ilusión surge de mi ignorancia: no conozco suficientemente bien las causas que me empujan a cometer tal o cual acción. El libre albedrío es una consecuencia de mi ignorancia en resumen. Para liberarse de esta ilusión, el hombre debe aprender a usar su razón y controlar sus deseos y pasiones. Spinozismo, ¿filosofía de la sabiduría?
La enseñanza de Spinoza es interesante en la actualidad, regida por el deseo de consumo permanente. El marco de referencia de Spinoza (Naturaleza y Dios) sirve para sentar las bases de la condición humana. Base intocable a la que estamos sujetos. Conserva la naturaleza y persevera en su ser. ¿Filosofía de vida en un momento en el que la protección del medio ambiente es una prioridad?
Tolerar las causas y las fuerzas que nos rodean es admitir que el Hombre no puede controlar permanentemente su entorno, es una barrera al progresismo desenfrenado y una interrupción en la búsqueda constante de la verdad. Una Naturaleza (y Dios) que sirve de modestia. Perseverar en el propio ser es ser consciente de las fuerzas que nos constreñen, dejar ir la voluntad de dominar el mundo. Opta por la razón haciendo a un lado los deseos y pasiones que despierta el libre albedrío. ¿Filosofía de la fatalidad? La naturaleza y Dios siguen siendo benevolentes y apuntan a liberarnos de nuestros deseos. Si las causas determinan nuestras acciones, esto no es inevitable. Es un orden que gobierna los acontecimientos sin ser tiránico.
Todos tienen el poder de entenderse a sí mismos y de comprender sus afectos de forma clara y distinta, si no totalmente, menos en parte, y por lo tanto tienen el poder de asegurarse de que tienen menos para sufrirlos
Liberarse de las necesidades es admitir la inmutabilidad de ciertas cosas, admitir un orden que nos gobierna a pesar de nosotros mismos, fortalecernos aceptando causas externas sin que sean inevitables. Al comprender racionalmente, ya no actúo según una necesidad externa a mi ser, sino según mi propia necesidad, y mediante este entendimiento racional, me libero de la esclavitud apasionada. El conocimiento de lo que nos determina, y por tanto del mundo que nos rodea, nos permite sufrir menos, utilizar la astucia con los determinismos y satisfacer nuestra propia necesidad. Acción que puedo tomar libremente sin intervención externa, solo con mi mente. No es necesario que un estado omnipresente transmita un pensamiento dominante dirigido a mejorar a las personas. En resumen, no existe el totalitarismo en el pensamiento spinoziano,