Las condiciones ambientales siguen siendo desfavorables, con una combinación de vegetación seca debido a la reciente sequía y fuertes vientos que continúan alimentando las llamas.
Dos grandes incendios continúan ardiendo en Los Ángeles, causando 24 muertes y destruyendo más de 12,000 estructuras, mientras los vientos amenazan con empeorar la situación.
La magnitud de la destrucción es histórica, con más de 12,000 estructuras arrasadas, incluyendo casas, dependencias y vehículos. AccuWeather estima que los daños podrían alcanzar los 150 mil millones de dólares, lo que los convertiría en los incendios más costosos en la historia de Estados Unidos.
Se ha desatado una controversia política sobre la preparación de la ciudad ante esta emergencia, después de que se revelaran problemas con la presión de agua en los hidrantes y el cierre por mantenimiento del embalse de Santa Ynez. El gobernador Gavin Newsom ha solicitado una investigación independiente, mientras que la alcaldesa Karen Bass enfrenta cuestionamientos sobre su manejo de la crisis y su ausencia inicial durante un viaje a Ghana.
Las condiciones ambientales siguen siendo desfavorables, con una combinación de vegetación seca debido a la reciente sequía y fuertes vientos que continúan alimentando las llamas. Las autoridades mantienen una advertencia de bandera roja hasta el miércoles, anticipando que los vientos más intensos se registrarán el martes, lo que podría complicar aún más los esfuerzos de contención.
Las investigaciones sobre el origen de los incendios continúan, y según el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, todas las posibilidades están siendo consideradas. Un bufete de abogados ha presentado una denuncia contra la compañía eléctrica Southern California Edison Company (SCE), alegando negligencia en el caso del incendio de Eaton por no desactivar sus cables aéreos a pesar de las advertencias de vientos fuertes.
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Un helicóptero arroja agua sobre el incendio Kenneth en la zona de West Hills de Los Ángeles el jueves 9 de enero de 2025. (Ethan Swope/AP) |
Los expertos señalan que el cambio climático ha jugado un papel crucial en la creación de condiciones propicias para estos incendios. La región experimentó una sequía prolongada que terminó hace dos años, seguida por períodos de lluvia que generaron abundante vegetación, la cual posteriormente se secó, creando condiciones ideales para la propagación del fuego. El gobernador ha enfatizado que ya no existe una "temporada de incendios" tradicional, sino que se ha convertido en un "año de incendios" permanente.