Qué es el Internet de los comportamientos (IoB) y por qué es importante en nuestra era digital.




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"Muchas personas saben que sus actividades son rastreadas, si bien pocas entienden para qué se usan esos datos. Un dilema de conocimiento contra consentimiento, un ecosistema donde la tecnología escribe un manual sobre la humanidad." 
  


El mundo nunca había sido tan observador: ahora cada clic y cada búsqueda deja un rastro. El Internet de los Comportamientos (IoB, por sus siglas en inglés) sintetiza a la perfección la relación entre tecnología y hábitos humanos. Existe para recolectar datos, analizarlos y encontrar patrones pensando en predecir el futuro, pero ¿hasta dónde puede llegar este mapeo digital de las vidas? ¿Es una herramienta o un espejo? El IoB redefine cómo se entiende lo humano.
 

Introducción al Internet de los Comportamientos

El IoB recoge datos y los examina para convertirlos en historias que tendrán el objetivo de persuadir a los consumidores o ayudar a los pacientes, entre otras cosas. Surge del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), aunque va más allá. 

Un reloj inteligente no solo mide pasos, ritmo cardíaco y demás, también revela rutinas y estilos de vida. Esto es así al punto de que, según un estudio realizado por ExpressVPN, el IoB podría ser un riesgo para la privacidad.

Muchas personas saben que sus actividades son rastreadas, si bien pocas entienden para qué se usan esos datos. Un dilema de conocimiento contra consentimiento, un ecosistema donde la tecnología escribe un manual sobre la humanidad.

Aplicaciones del IoB en el marketing

El marketing encuentra en el IoB un aliado perfecto: los anuncios ya no son al azar, sino susurros diseñados para cada oído en particular. Las empresas identifican patrones y predicen deseos, porque esta tecnología permite:

  • Predecir según clics y búsquedas.
  • Entender intereses antes de que se expresen.
  • Automatizar a partir de datos.

No es casualidad que en 2023 se hayan gastado casi 650 000 millones de euros en publicidad digital. Cada vez más, los consumidores reciben mensajes que parecen leerles la mente.

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Impacto del IoB en el sector de la salud

La salud también se transforma con el IoB: un wearable es capaz de salvar vidas. De hecho, el 81 % de los usuarios de este tipo de dispositivos afirma sentirse más conectado con su bienestar. 

Además, quienes los utilizan pueden compartir datos con su médico para prevenir problemas de salud y recibir tratamientos más personalizados. Esos datos bien usados reducen riesgos y permiten vivir una vida más larga y mejor.

Consideraciones éticas y de privacidad

La recopilación masiva de datos plantea una pregunta difícil: ¿quién decide qué hacer con esa información? Leyes como el GDPR en la Unión Europea intentan marcar límites. Sin embargo, la tecnología siempre avanza más rápido que las normativas y esto tiene consecuencias.

El futuro del IoB

Nuevas aplicaciones del IoB emergen permanentemente en muchísimos otros ámbitos. Las empresas enfrentan dilemas éticos y los consumidores están desprotegidos. El IoB es tecnología, claro, pero también un reflejo de cómo la humanidad usa su conocimiento.

La sinfonía invisible de los datos

El Internet de los Comportamientos es un espejo fragmentado en el que pueden verse deseos, temores y secretos. Su avance es tan innegable como su sombra. 

La humanidad debe decidir: ¿será esta sinfonía de datos un canto a la libertad o una melodía de control? El IoB no es el destino final, es el comienzo de un nuevo viaje en el que la ética será la brújula o el eco perdido.


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