¿Qué es el idealismo?, según George Berkeley






"Ser es ser percibido o percibir. Sin mentes que observen, el mundo carecería de existencia." George Berkeley
 





¿Es real el mundo que percibimos? Descubre cómo Berkeley desafía nuestra percepción de la realidad.


Por: José Daniel Figuera

El idealismo, según George Berkeley, es una teoría filosófica que sostiene que la realidad es inseparable de la percepción. Para Berkeley, el mundo que experimentamos no existe independientemente de nuestras mentes; es decir, todo lo que conocemos es una colección de ideas que percibimos a través de nuestros sentidos. Según su famosa frase “ser es ser percibido” (en latín, esse est percipi), Berkeley postula que los objetos solo existen en la medida en que son percibidos por una mente. De este modo, el idealismo berkeleyano desafía la creencia común de que el mundo material es independiente de nuestra percepción.

 

La posición de Berkeley rechaza el materialismo, la idea de que la realidad está compuesta de materia que existe por sí misma, independientemente de cualquier observador. Para ilustrar su punto, Berkeley invita a imaginar un árbol en el bosque: ¿podría realmente existir si no hay nadie para verlo? Según él, sería absurdo pensar que los objetos tienen una existencia independiente de la percepción, ya que toda experiencia del mundo depende de nuestros sentidos. Si nadie percibiera el árbol, simplemente no tendría existencia en el sentido que entendemos.


Para Berkeley, esta teoría también implica que la mente humana es fundamental para dar sentido a la realidad. Todos los objetos que vemos, tocamos o sentimos son ideas en nuestra mente, no entidades materiales. Así, lo que llamamos "mundo físico" es en realidad una serie de experiencias mentales. Cuando ves una flor, lo que realmente experimentas es una idea de esa flor en tu mente, y no un objeto material externo. De este modo, el idealismo transforma nuestra relación con el mundo, proponiendo que la realidad depende de la actividad perceptual de las mentes.


Además, Berkeley argumenta que Dios juega un papel esencial en su teoría idealista. Si los objetos dependen de ser percibidos, surge la pregunta de qué ocurre con ellos cuando no hay seres humanos que los observen. La respuesta de Berkeley es que Dios, como un ser omnipresente y omnisciente, siempre percibe el mundo. Así, incluso cuando no hay humanos presentes, Dios asegura la continuidad de la existencia del mundo al percibir todo en todo momento. Este "observador eterno" garantiza que el mundo no desaparezca cuando no estamos observándolo.


El idealismo de Berkeley también tiene implicaciones éticas y morales, ya que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y el papel que juegan nuestras percepciones y creencias en nuestra experiencia. En lugar de ver el mundo como algo ajeno y distante, el idealismo sugiere que cada uno de nosotros participa activamente en la construcción de la realidad. Esta perspectiva puede llevar a una mayor responsabilidad en nuestras percepciones y en cómo interpretamos lo que experimentamos, ya que nuestra mente da forma a lo que creemos que es real.


La teoría de Berkeley plantea, además, interrogantes fundamentales sobre la ciencia y el conocimiento. Si el mundo es solo una colección de ideas, entonces la ciencia no describe una realidad material objetiva, sino una serie de percepciones ordenadas y consistentes. Esto no invalida el conocimiento científico, pero sí modifica nuestra comprensión de él: la ciencia se convierte en el estudio de ideas y patrones de percepción en lugar de leyes que gobiernan una realidad material independiente. De esta manera, el idealismo de Berkeley influye en la filosofía moderna y sigue siendo un desafío a nuestras suposiciones sobre la naturaleza de la realidad.

Libros recomendados:

Tratado sobre los principios del conocimiento humano (1710): En esta obra, Berkeley desarrolla su teoría idealista, argumentando que las ideas y percepciones son los componentes fundamentales de la realidad. Este libro es esencial para comprender la base filosófica de su rechazo al materialismo y su visión de un mundo dependiente de la percepción.

Tres diálogos entre Hylas y Philonous (1713): A través de un diálogo accesible, Berkeley presenta sus ideas en forma de conversación entre dos personajes, uno defensor del materialismo y otro del idealismo. Este texto es una introducción clara a su filosofía y aborda de manera práctica y crítica los conceptos centrales de su teoría.


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