"¿Es posible que nuestra naturaleza rechace la libertad? Descubre por qué elegimos la seguridad sobre la autonomía.". Erich Fromm
Desde una perspectiva psicológica, Fromm argumenta que la libertad trae consigo una carga emocional compleja. Liberarse de autoridades o restricciones externas es un proceso de maduración, pero también conlleva la angustia de tomar decisiones por cuenta propia. Este miedo a elegir puede llevarnos a buscar refugio en normas rígidas, ideologías y hasta en líderes carismáticos que prometen simplificar las decisiones. El apego a estos sistemas puede entenderse como una manera de escapar de la soledad existencial que trae la autonomía.
Un ejemplo de esta dinámica se observa en cómo muchas personas se adhieren a ideologías políticas extremas. Según Fromm, estas posturas ofrecen a sus seguidores un sentido de identidad y pertenencia que mitiga el peso de la libertad individual. En lugar de asumir la incertidumbre que implica pensar y decidir por uno mismo, algunos prefieren seguir un sistema que les ofrece respuestas sencillas, lo que alivia la angustia de la libertad sin sacrificar su sentido de pertenencia.
Otro ámbito en el que vemos este fenómeno es en las relaciones personales. Las personas pueden sentirse tentadas a quedarse en relaciones dependientes o sumisas, ya que el control que se ejerce en este tipo de vínculos ofrece un falso sentido de seguridad. A cambio de ceder su autonomía, obtienen un entorno donde no deben cuestionarse su valor ni tomar decisiones trascendentales, evitando así el peso de la libertad.
Además, Fromm sostiene que el miedo a la libertad no es solo una cuestión personal, sino también cultural. Las sociedades modernas, con sus estructuras jerárquicas, favorecen que los individuos dependan de figuras de autoridad y de reglas predeterminadas. De este modo, la libertad es percibida como un riesgo, una ruptura del orden. Incluso en sociedades democráticas, muchos ciudadanos prefieren seguir las normas sin cuestionarlas, ya que esto reduce la incertidumbre.
La paradoja de la libertad, para Fromm, radica en que solo al aceptar la responsabilidad de ser libres podemos experimentar un sentido genuino de realización. Renunciar a esta responsabilidad equivale a negar nuestra humanidad y caer en la sumisión, algo que puede parecer reconfortante pero que, en última instancia, nos deshumaniza. La libertad, aunque aterradora, es el único camino para construir un sentido de vida auténtico y pleno.
Libros recomendados:
El miedo a la libertad (1941): En esta obra fundamental, Fromm analiza la evolución de la libertad desde la Edad Media hasta la modernidad, planteando cómo la independencia individual trae consigo una soledad que muchos evitan. Es un libro imprescindible para entender las fuerzas psicológicas y sociales que nos hacen temer la autonomía.
El arte de amar (1956): Aquí, Fromm examina el amor no solo como un sentimiento sino como una habilidad que requiere disciplina, valentía y desarrollo personal. Esta obra complementa su teoría sobre la libertad, mostrando cómo la capacidad de amar genuinamente implica ser suficientemente libre y maduro para entender al otro sin perderse a uno mismo.