"¿De qué sirve aprender un idioma extranjero si nuestro teléfono puede “hablar” y “entender” todos ellos? ¿Cuál es el papel de la enseñanza de idiomas en este contexto?".
¿Sigue siendo útil aprender idiomas extranjeros cuando tienes smartphones equipados con traductores automáticos? Si esta hipótesis resulta preocupante, parece que la inteligencia artificial también abre nuevas vías para el aprendizaje de diferentes idiomas.
Por: Pascual Pérez-Parede*
En 2024, la empresa Open AI , especializada en inteligencia artificial, presentó GPT4-o, un nuevo modelo de lenguaje de gran tamaño capaz de “razonar” e interactuar con texto, imágenes y sonidos.
En uno de los videos difundidos tras este lanzamiento, vemos a dos personas en sus celulares pidiéndole a GPT4-o que los escuche y traduzca sus intercambios del inglés al español o del español al inglés, para que todos puedan comunicarse usando lo que llama la lingüística aplicada, su L1, es decir su lengua materna.
En otro vídeo, dos personas conversan con GPT4-o, quien es capaz de cambiar el timbre de la voz y adaptarse a las peticiones de sus interlocutores según el turno de la conversación.
¿Teléfonos que “hablan” todos los idiomas?
Para aquellos que, como nosotros, tenían en su habitación un cartel de C-3PO, el droide de Star Wars , capaz de entender y hablar millones de idiomas, el contenido de estos dos vídeos puede parecer insignificante. Sin embargo, esto está lejos de ser el caso.
La facilidad con la que los interlocutores utilizan su propio dispositivo mientras se comunican de forma natural supone un antes y un después en la forma en que interactuamos con las nuevas tecnologías. Cogemos el teléfono, hablamos en nuestra lengua materna (L1) y logramos comunicarnos con una persona que no habla nuestro idioma y cuyo idioma no hablamos.
Surgen entonces dos preguntas: ¿de qué sirve aprender un idioma extranjero si nuestro teléfono puede “hablar” y “entender” todos ellos? ¿Cuál es el papel de la enseñanza de idiomas en este contexto?
Sobre el uso de la inteligencia artificial en el aprendizaje de idiomas, hay dos escuelas: la primera, fácilmente catastrofista, percibe la IA como una amenaza que acabará destruyendo el aprendizaje de idiomas tal como lo practicamos hoy; el segundo ve la IA como una oportunidad para promover la alfabetización digital y al mismo tiempo desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes sobre sus usos.
Hipótesis catastróficas: el fin del aprendizaje de idiomas
Las hipótesis catastrofistas atribuyen a las nuevas tecnologías un poder absoluto sobre el comportamiento humano y la sociedad. Ya no tiene sentido aprender idiomas; está reservado a especialistas y eruditos, como en la serie de novelas Fundación de Isaac Asimov , donde todo el conocimiento humano, incluidos todos los idiomas que se hablan en las diferentes galaxias, es preservado por una especie de fundación universitaria.
En la década de 1970, el aprendizaje de idiomas asistido por computadora fue impulsado por teorías conductistas que fomentaban la instrucción programada, los ejercicios de repetición y enfatizaban la importancia del refuerzo . En esta materia, una computadora es incansable; puede corregir al estudiante miles de veces. En este paradigma, el elemento superfluo es el profesor, suplantado por la computadora.
Hipótesis inclusivas: una enseñanza de lenguas renovada
Otras hipótesis proponen un futuro donde la inteligencia artificial contribuya al aprendizaje y uso de lenguas extranjeras, integrando nuestros ordenadores y dispositivos móviles para ayudarnos a escribir correos electrónicos, extraer y resumir información más rápidamente, establecer listas léxicas especializadas, obtener asesoramiento sobre usos léxicos y gramaticales específicos. o, entre otras funciones, mejorar textos según nuestras indicaciones.
Chatea en varios idiomas
Otras hipótesis proponen un futuro donde la inteligencia artificial contribuiría al aprendizaje y uso de lenguas extranjeras.
Todo esto vendrá acompañado de nuevos desafíos. En primer lugar, el aprendizaje de idiomas ha estado definido hasta ahora por un conjunto de prácticas reguladas por instituciones oficiales, como el Ministerio de Educación, escuelas y universidades.
El aprendizaje formal desconfía de la IA generativa, porque desafía el modelo actual que requiere que el estudiante produzca textos orales o escritos destinados a ser evaluados por el profesor.
En segundo lugar, el aprendizaje informal de idiomas está en auge, un fenómeno que la IA ayudará a sostener. El acceso abierto a millones de recursos abiertos y aplicaciones móviles como Duolingo ha competido con el aprendizaje formal desde la pandemia de Covid-19. Según datos proporcionados por Duolingo, el español es el segundo idioma más estudiado en el mundo y representa el 17% de los usuarios de la aplicación. Este aprendizaje se produce, les recuerdo, fuera del marco del sistema educativo.
Finalmente, si aún no sabemos cómo la IA modificará nuestra relación con la lectura y la escritura, sí podemos afirmar que revolucionará nuestra concepción de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y provocará cambios tan radicales como los que siguieron a la aparición de la IA. Internet a finales del siglo XX . En esta hipótesis, la capacidad crítica de los estudiantes en la evaluación de productos de IA generativa jugará un papel esencial.
Conocimiento de idiomas importantes para el entrenamiento personal.
Aunque no es imposible que las nuevas tecnologías eliminen las barreras lingüísticas entre los seres humanos en un futuro lejano, el aprendizaje de idiomas seguirá siendo una actividad central de la educación formal en las próximas décadas.
Profesionalmente, el conocimiento y uso de varios idiomas seguirá siendo una habilidad clave en culturas muy variadas, incluidas las corporativas. Además, la lingüística aplicada ha demostrado que aprender idiomas mejora nuestras capacidades analíticas, en particular nuestra capacidad para extraer reglas y usos, así como nuestras habilidades innatas de abstracción y generalización.
Una cosa es segura: utilizada de manera crítica, la IA generativa ofrecerá muchas posibilidades para profundizar el aprendizaje y el uso de lenguas extranjeras, en el aula y en otros lugares.
*Pascual Pérez-Parede es Catedrático de Universidad en lingüística aplicada y lingüística inglesa, Universidad de Murcia.