Buena Vista Social Club, la noche perpetua | por José Daniel Arias Torres ~ Bloghemia Buena Vista Social Club, la noche perpetua | por José Daniel Arias Torres

Buena Vista Social Club, la noche perpetua | por José Daniel Arias Torres







"Un músico oscurecido por su tiempo no es una historia nueva, aún así, alumbrar acerca de esto es una labor siempre interesante que nos puede narrar las historias no reconocidas dentro de La Historia como gran relato, en este caso, el gran relato revolucionario."  
 



 Artículo de José Daniel Arias Torres,  Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana de Puebla, sobre los legendario integrantes de Buena Vista Social Club.




  
Por: José Daniel Arias Torres

El Jueves 15 De octubre del 2015 Buena Vista Social Club daba un pequeño concierto al interior de las paredes de la Casa Blanca, los ritmos afrolatinos que componen al son cubano -se muestra en los videos capturados- levantaron el ánimo y curiosidad de los presentes, entre políticos y embajadores, que grababan el momento a través decenas de cámaras de celulares. ¡Bienvenidos a la Casa Blanca!. 





Declaró el entonces presidente Barak Obama, la noticia no era poca cosa, era la primera vez que una agrupación cubana era invitada a ese bastión político yanqui, lo que no es poco cuando se considera no solo lo tensas, sino las conflictivas relaciones que los dos países han tenido desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 tras la victoria de Fidel Castro. Un pequeño paseo por los conflictos más emblemáticos que marcaron la política exterior y cultura de ambos países nos llevaría por la nacionalización de empresas extranjeras y banca norteamericana de la isla, el rompimiento de relaciones diplomáticas entre ambos Estados, el embargo económico y financiero de la isla, por no decir que asedio capitalista, el asalto a bahía de Cochinos, la declaración de la Cuba comunista en pleno marco de la  Guerra Fría, la Crisis de los misiles, el intenso éxodo cubano hacia Miami, representado en la guerra cultural con Scarface, y un extenso etcétera.
  
La llegada de la agrupación y de la voz de la diva Omaira a Washington al ser invitados por Obama en el mes de la herencia Hispana no es casualidad, nada en política lo es en tanto casi cualquier acto, omisión o silencio es parte de un andamiaje simbólico, ¿Qué es lo que estaba pasando entre Cuba y Estados Unidos en esos momentos? Nada menos que el descongelamiento de sus relaciones diplomáticas y la apertura de sus embajadas, el propio embajador cubano estuvo presente en el acto cultural del grupo.

Meses antes Raúl Castro anunciaba en un comunicado videográfico que las relaciones diplomáticas entre ambos países se restablecerían después de más de cincuenta años de alejamiento, mencionó que esto era parte de una apertura cubana al mundo y a la reformación del país para atender a las necesidades de la historia, no sin dejar de mencionar y acusar a la continuidad del embargo sobre la isla caribeña.

Buena Vista Social Club y su presentación en La Casa Blanca podría leerse como parte de la política y diplomacia de ambos países, su presentación no fue inocente. Eliades Ochoa reconoce en los integrantes de la agrupación a “embajadores de la música”, la música reconoce más de uno, no es meramente armonía y melodía, es también política.
 
Esta agrupación nacida en la última fracción del milenio pasado fue resultado de un proyecto quimérico que pretendía mostrar lo mejor de los ritmos afrolatinos al mundo, los integrantes de esta ni siquiera se conocían, sin embargo a todos los unía un vínculo común: Ser poseedores corporales de todo un legado musical y cultural suspendido de facto durante el régimen castrista al no ser parte del llamado “arte comprometido” con la revolución, así en el nuevo quehacer de la historia no se hallaban los ritmos afrocubanos de la época prerrevolucionaria, esta prohibición es la suspensión de todo un legado cultural. Dentro  de la revolución, todo, fuera de la revolución, nada.

Sería no solo incorrecto, sino desafortunado mencionar que Buena Vista Social Club representa una vuelta a lo que se era antes de la revolución, pues interpretarlo de esta forma sería negar décadas enteras de dolor, lucha e ideales que hicieron de la cartografía del ser cubano y estadounidense, algo diferente, no obstante, sí podemos reconocer un diálogo entre dos momentos históricos aparentemente divididos por un “congelamiento” espacio/temporal y la carga simbólica que este acto tiene.

El cantante Ibrahim Ferrer, que se ganaba la vida lustrando zapatos y vendiendo billetes de lotería, fue rescatado de la oscuridad y procedió a cantar con todo su corazón, así se menciona en la página oficial del grupo. Un músico oscurecido por su tiempo no es una historia nueva, aún así, alumbrar acerca de esto es una labor siempre interesante que nos puede narrar las historias no reconocidas dentro de La Historia como gran relato, en este caso, el gran relato revolucionario.
 
Y en este punto es que me pregunto, ¿Qué oscureció a Ibrahím de la misma forma en que oscurecieron a tantos artistas durante décadas? La Revolución, podría saltar como primera respuesta. La Revolución en este sentido, vendría a formar parte de los grandes relatos descritos por Lyotard, las pequeñas narrativas rebeldes o antirrevolucionarias en su discurso estético son acalladas y en muchas ocasiones coaccionadas por el ruido del discurso oficialista.
Esta pequeña reflexión nos lleva a la película cubana PM de Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal, quizá el génesis de la institucionalización cultural en forma del sector artístico de la isla por parte del nuevo gobierno revolucionario de Castro, ¿Qué mostraba esta película? La fiesta y vida nocturna cubana a través de un ojo voyerista, dandys y mujeres exhuberantes, exceso, alcohol, habanos, risas y cuchicheos, un erotismo latente y música de la época de oro (aquella escuchada entre los años 30 y 50 en Cuba, esa misma que Buena Vista Social Club rescata en la década de los 90´s y ofrece como legado cultural a la humanidad).
Cuando Fidel vio esta película la prohibió, ¿Cómo era aceptable que en plena guerra no declarada con los Estados Unidos se mostrara una estética sin compromiso y llena de los excesos que la revolución no solo criticaba, sino que combatió? Esta película puso en evidencia que todo gran proyecto idealista tiene su noche de excesos a donde el esplendor de los líderes diurnos no puede acceder, esto para la Revolución se hace no sólo incómodo, sino antirrevolucionario. La noche, entonces y tal vez sin saberlo, se hace territorio de resistencia al que la revolución parecería no haber conquistado, esta noche se muestra como una escapista de la historia. Es así que comienza la cruzada castrista contra la vida nocturna y cultural de antaño para integrar toda expresión de cultura al modelo revolucionario.

Entre los establecimientos cerrados se encuentra el legendario Buenavista Social Club, lugar de reunión de un sector afrocubano en donde se daban cita sus ritmos, es de este Club que la agrupación noventera tomaría su nombre, ¿El tributo como manifestación política?

Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo



Una reflexión personal que me permito es la siguiente: El ojo voyerista de PM nos invita a recorrer junto a él la noche cubana en sus excesos capturados, cuando se mira esa película, se entiende que es solo un paseo por una fracción diminuta de la isla y sus momentos del nocturno, se hace igualmente evidente que esos centros festivos y bares son solo un pequeño muestrario de la totalidad de ellos, en otras palabra, se hace evidente la normalidad de la fiesta nocturna en Cuba, ¿Es esto algo de lo que no estaba enterada la dirigencia revolucionaria a pesar de estar frente a ellos? o ¿Existía una desconexión parcial con el pueblo al no saber o interesarse por ello? La respuesta del gobierno fue clara y se optó por el silenciamiento de la fiesta, esto hace pensar que su régimen era uno de la representación, es decir, algo no existía o constituía una amenaza hasta que era representado y articulado en alguna forma de discurso, en este caso el discurso estético cinematográfico, representar en este sentido, es politizar, la fiesta y la noche bohemia, tal vez, no era un problema del régimen hasta que se le representó. 

La representación es una parte del discurso que se hace sobre algo, la otra parte es la interpretación, así la Revolución interpretó a la vida nocturna, la jiribilla, el exceso, el erotismo, a la fiesta y a la diversión como una amenaza.  El ojo voyerista cargado de erotismo de PM, se abole para la institución del ojo vigilante y sospechoso de la revolución. 

¿Qué habría pasado si PM nunca hubiera llegado a la vista de ese régimen totalitario? Imposible saberlo, quizá la persecución cultural habría demorado más tiempo o habría sido menos feroz. Reinaldo Arenas, José Lezama Lima, Severo Sarduy y Guillermo Cabrera Infante fueron objeto de esta entrecruzada histórica que los veía con malos ojos, pues sus letras y posturas no avanzaban de acuerdo a la tinta con la que se escribía la oficialidad de la historia, se podría decir que estos escritores pertenecían a la noche y a sus ritmos contrarrevolucionarios.

Solo hay que pensar en el capítulo introductorio de la novela de Guillermo Cabrera “Tres tristes tigres”, en esa noche apabullante llena de esplendor que reúne dentro del club social Tropicana a los representantes de la élite cubana de Fulgencio Batista, un capítulo nostalgia, se podría decir, pues a pesar de todo Guillermo rememora esas noches como algo del cotidiano y no contrarrevolucionarias.

“También tenemos el honor de tener entre nuestra selectísima concurrencia al coronel Cipriano Suárez Dámera, M.M., M.N. y P,. pundonoroso militar y correcto caballero, acompañado, como siempre, por su bella y gentil y elegante esposa, Arabella Longoria de Suárez Dámera [...] Veo por allí, en esa mesa, sí ahí mismo, junto a la pista, al senador y publicista doctor Viriato Solaún, concurrencia frecuente en este domo de placer, Tropicana! [...] Del mundo de la cultura viene a engalanar nuestras noches de Tropicana  la bella, elegante y culta poetisa Minerva Eros, recitadora de altos quilates dramáticos y acendrada y fina voz [...]” (Guillermo Cabera)

Tropicana fue un cabaret que abrió las puertas en 1939, en pleno periodo en el que a la isla se le conocía peyorativamente como ”El casino de los Estados Unidos”, su leyenda era internacional, a él concurrían empresarios, políticos, militares y mafiosos, en su escenario se presentaron estrellas de la talla de Frank Sinatra y Celia Cruz, a Tropicana se le llamaba “un paraíso bajo las estrellas”, no es difícil imaginar a este santuario de exceso y hedónico musicalizado con los ritmos afrolatinos que décadas después Buena Vista Social Club rescataría de su congelamiento, en esencia, estos ritmos no son solo una herencia cultural cubana, sino que también constituyen la estética musical de una época, un discurso estético y político en sí mismo.

Así, la noche se convierte en ese territorio al que la Revolución no había llegado y que representaba todo aquello que Cuba era previo al triunfo castrista, al la noche ser representada por el ojo hedonista de PM, se articula el presente con el pasado cubano, un pasado abolido discursivamente por la locomotora de la historia. Un arte articulador de tiempos, es ontológicamente adverso al arte revolucionario fundador de nuevos tiempos. 

Una relectura del inicio

En 2015 Buena Vista Social Club se presentaba para realizar un pequeño concierto en La Casa Blanca en el marco de la herencia hispánica, como se mencionó, esto se hace a su vez como un acto simbólico del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
La lucha por el sentido y la representación, en definitiva, podría ser una definición de “política”, estas luchas tienen lugar, en parte, en el arte y su potencial de tesis cultural, de esta forma, para la Revolución el arte se transformó en territorio de conquista al haber observado su capacidad de articulación política y antirrevolucionaria -la antítesis- así, la película PM y la dirigencia cubana articularon, por accidente, al territorio resistente pendiente a ser tomado: La noche. 

La visita del grupo musical al recinto político estadounidense se podría leer hoy como el resultado de las fugas al totalitarismo, la máquina de la historia es incapaz de barrer con toda expresión cultural que le es adversa, las líneas de fuga siempre están presentes en todo régimen. Al muchas veces ser lo desenmarcado del marco, el arte tiene la facultad de reconectar los vínculos narrativos de la historia cortados por los discursos oficialistas que abolen, mutilan y reinauguran la Historia. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre las élites de los dos países tiene una segunda lectura: El redescubrimiento y reconexión del territorio cultural exiliado y ¿quizá la aceptación no tácita de Cuba y Estados Unidos de que todo gran conflicto entre Estados supone, con el tiempo, la reconexión de ciertas líneas comunicativas y narrativas? 

Bibliografía

Cabrera Infante, Guillermo. “Prólogo” / “Los debutantes”. Tres Tristes Tigres, Seix Barral, 1967, pp. 7-23.

Redacción. "Buena Vista Social Club pone a bailar a la Casa Blanca - BBC News Mundo". BBC News Mundo, 16 de octubre de 2015, www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151016_eeuu_musica_casablanca_buenavista.

"STORY | Buena Vista Social Club". Buena Vista Social Club, www.buenavistasocialclub.com/story. Accedido el 10 de junio de 2024.

"EEUU y Cuba restablecen formalmente sus relaciones". YouTube, subido por Univision Noticias, 20 de julio de 2015, www.youtube.com/watch?v=nOMGMdivI9g.

"Visión 7 - Cuba y EEUU restablecen relaciones diplomáticas". YouTube, subido por Televisión Pública, 17 de diciembre de 2014, www.youtube.com/watch?v=DDbceTfCVVk.

Godfried, Eugene. "DIALOGUE WITH JUAN CRUZ PAST PRESIDENT ‘MARIANAO CLUB SOCIAL’ - LA HAVANA". AfroCubaWeb: the African cultures in Cuba, 1997, afrocubaweb.com/eugenegodfried/juancruz.htm.

Staff, Rialta. "El Caso ‘PM’: José Luis Aparicio entrevista a Orlando Jiménez Leal en INSTAR". Rialta, 1 de mayo de 2021, rialta.org/caso-pm-jose-luis-aparicio-orlando-jimenez-leal-instar.

""P.M." de Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez-Leal". YouTube, subido por tuyomasyo, 3 de marzo de 2011, www.youtube.com/watch?v=QKvbUeqPYlo.

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