Ten un criterio mas amplio
Los estoicos notaron que empeoramos nuestras dificultades cuando imaginamos que son excepcionales. Entonces, pon las cosas en perspectiva para recordar que otras generaciones han sufrido guerras durante décadas y peores plagas que las que estamos experimentando. Esto no es, como escribe Séneca:
"para enseñarle que esto a menudo le sucede a la gente […] pero para hacerle saber que ha habido muchos que han aliviado sus desgracias al soportarlas con paciencia."
Las cosas podrían ir peor. Otras personas, todos los días, enfrentan dificultades mucho mayores de las que enfrentamos nosotros.
Escoge un modelo
Recuerde que las personas que más admiramos no siempre se salieron con la suya. Es su probada voluntad de hacer las cosas difíciles por causas más grandes que ellos mismos lo que los hace inspiradores.
“Porque naturalmente estamos dispuestos a admirar más que cualquier otra cosa al hombre que muestra fortaleza en la adversidad”, observa Séneca .
Piense en las personas a las que admira, ya sean atletas, filósofos, científicos, filántropos, y pregunte: ¿cómo habrían respondido en nuestra situación?
Premedita lo peor, espere y trabaje para lo mejor
Estoicos como Séneca sabían que nuestro miedo y nuestras emociones negativas nos golpean con más fuerza cuando sucede algo para lo que no estamos preparados.
Por esta razón, nos aconsejan que ensayemos con imaginación cómo responderemos a los peores resultados posibles con anticipación.
Prevenido vale por dos. La otra cara es que cuando lo peor (con suerte) no sucede, puedes saborear el hecho de que las cosas son comparativamente buenas.
Disfruta de lo que (todavía) está en nuestro poder
Recuerde que si no podemos hacer muchas cosas en este momento, aún podemos hacer otras. “Estoy tan alegre y alegre como en mis mejores días”, asegura Séneca a su madre desde el exilio en Córcega:
"De hecho, estos días son los mejores para mí, porque mi mente se libera de toda presión de negocios y está libre para atender sus propios asuntos, y en un momento se divierte con estudios más ligeros, en otro momento aprieta con entusiasmo sus indagaciones sobre su propia naturaleza y que del universo […]"
No todos podemos ser Seneca. Pero estar atrapados en casa no nos impide amar, leer, estudiar, reírnos (incluso de nosotros mismos), escuchar música, ver buena televisión, tener buenas conversaciones, tratar de ser pacientes con nuestros hijos […]
“Las cosas buenas que pertenecen a la prosperidad deben desearse”, dijo Séneca , “pero las cosas buenas que pertenecen a la adversidad deben admirarse”, porque dependen de nosotros.
Nadie desea la adversidad, pero la filosofía estoica puede ayudarnos a superarla.