"De hecho, estos días son los mejores para mí, porque mi mente se libera de toda presión de negocios y está libre para atender sus propios asuntos, y en un momento se divierte con estudios más ligeros, en otro momento aprieta con entusiasmo sus indagaciones sobre su propia naturaleza y que del universo […]"
No todos podemos ser Seneca. Pero estar atrapados en casa no nos impide amar, leer, estudiar, reírnos (incluso de nosotros mismos), escuchar música, ver buena televisión, tener buenas conversaciones, tratar de ser pacientes con nuestros hijos […]
“Las cosas buenas que pertenecen a la prosperidad deben desearse”, dijo Séneca , “pero las cosas buenas que pertenecen a la adversidad deben admirarse”, porque dependen de nosotros.
Nadie desea la adversidad, pero la filosofía estoica puede ayudarnos a superarla.
El artículo apareció por primera vez en The Conversation con licencia Creative Commons. Aquí pueden leer el original