Artículo publicado originalmente en el diario The Guardian el pasado 21 de septiembre del 2020.
Por: Luiz Inácio Lula da Silva
Los tribunales británicos pronto decidirán el destino del periodista australiano Julian Assange, un hombre que ha sido acusado injustamente de criminal . Assange no cometió ningún crimen. Es un campeón de la causa de la libertad.
Reino Unido dirá si aceptará o negará la solicitud de extradición de Assange a Estados Unidos, donde enfrentará 18 cargos presentados en su contra por el gobierno de ese país. Si es extraditado, Assange, de 49 años, podría ser juzgado y sentenciado a hasta 175 años de prisión, el equivalente a cadena perpetua.
Debemos evitar que suceda esta indignación. Hago un llamado a todos aquellos comprometidos con la causa de la libertad de expresión en todos los rincones del mundo a unirse a mí en un esfuerzo internacional para defender la inocencia de Assange y exigir su liberación inmediata.
Esta es la primera vez en la historia de los Estados Unidos que un periodista ha sido acusado bajo la Ley de Espionaje por publicar información veraz. Sin embargo, el mundo sabe que Assange nunca espió a Estados Unidos. Lo que hizo fue publicar documentos que recibió de Chelsea Manning , una analista de inteligencia del Ejército de Estados Unidos que sirvió en Irak y Afganistán. Manning fue juzgado, declarado culpable y condenado a 35 años de prisión. Cumplió casi siete años antes de que el presidente Barack Obama conmutara su sentencia en 2017.
Todos sabemos por qué el gobierno de Estados Unidos quiere vengarse de Assange. En alianza con The New York Times, El País, Le Monde, The Guardian y Der Spiegel, Assange reveló las atrocidades y crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos durante las invasiones de Irak y Afganistán, y la tortura a la que fueron sometidos los prisioneros en Guantánamo. .
El mundo también recuerda el aterrador video publicado por Assange, grabado desde un helicóptero militar, que muestra a soldados estadounidenses bombardeando las calles de Bagdad, aparentemente por puro placer, y matando a 12 civiles desarmados, entre ellos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
Además de todas estas razones, los brasileños tienen una deuda adicional con Assange. Los archivos publicados en su página de WikiLeaks revelaron conversaciones que tuvieron lugar en 2009 entre quienes luego estarían en la administración de Temer, que en 2016 depuso al gobierno de Dilma , y altos funcionarios del Departamento de Estado sobre cuestiones relacionadas con la privatización del petróleo de aguas profundas de Brasil. depósitos.
Fue a través de la lectura de los documentos revelados por Assange que los brasileños se enteraron de la relación entre el hombre que luego sería ministro de Relaciones Exteriores en la administración de Temer, José Serra, y ejecutivos de los gigantes petroleros norteamericanos ExxonMobile y Chevron.
El cargo adoptado por la administración Trump para justificar las acusaciones contra Assange, de que intentó ayudar a Manning a piratear las computadoras del gobierno, es peligroso y falso.
Es falso porque el único esfuerzo que hizo Assange fue tratar de proteger la identidad de su fuente, lo cual es un derecho y una obligación para todos los periodistas. Es peligroso porque asesorar a las fuentes sobre cómo evitar el arresto es algo que hace todo periodista de investigación ético. Criminalizar esto es poner en peligro a los periodistas de todas partes.
Cuando Jair Bolsonaro intentó acusar al periodista estadounidense Glenn Greenwald , por ejemplo, a principios de este año por exponer la corrupción que llevó a mi arresto y encarcelamiento ilegales , el gobierno brasileño estaba copiando esta nueva y peligrosa teoría utilizada por Estados Unidos contra Assange.
Todas las personas e instituciones comprometidas con la libertad de expresión, y no solo los principales medios de comunicación con los que WikiLeaks compartió los secretos de Washington, ahora tienen una tarea esencial: exigir la liberación inmediata de Assange.
Sabemos que las acusaciones contra Assange representan un asalto directo a los derechos de la primera enmienda garantizados por la constitución estadounidense, que garantiza la libertad de prensa y expresión. Sabemos que los tratados entre Estados Unidos y el Reino Unido prohíben la extradición de personas acusadas de delitos políticos.
Sin embargo, los riesgos de que Assange sea extraditado son reales. Nadie que crea en la democracia puede permitir que alguien que brindó una contribución tan importante a la causa de la libertad sea castigado por hacerlo. Assange, repito, es un campeón de la democracia y debería ser liberado de inmediato.
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*Inácio Lula da Silva fue presidente de Brasil de 2002 a 2010
*Este artículo fue enmendado el 23 de septiembre de 2020. Chelsea Manning fue sentenciada a 35 años de prisión, no a siete como decía una versión anterior. Cumplió casi siete años antes de que el presidente Barack Obama conmutara su sentencia en 2017.